Como no podía ser de otra manera Torre Cerredo debe su primera ascensión a nuestros vecinos franceses, que en su afán exploratorio recorrieron todo nuestro patrimonio alpino arrebatándonos la conquista de numerosas cimas; en el caso del Torrecerredo el honor recae en el Conde de Saint Saud que junto a su amigo Labrouche y la ayuda de sus Guías Juan Suárez (Espinama) y F. Salles (Gavarnie) consiguieron alcanzar esta cumbre en el año 1882.
Sábado, 12 de septiembre de 2009. Por fín llegó el día tan esperado... Me acompaña mi amigo Rafael Páez en la que va a ser su primera ascensión en los Picos de Europa, y nada menos que a la cumbre más elevada, el "Techu" como lo llaman en Asturias. En mi caso es el tercer intento; el primero en agosto de 1994 fracasó por falta de previsión para el regreso (intentamos la aproximación desde Bulnes por Amuesa pero nos dimos la vuelta antes de seguir subiendo), y el segundo en septiembre del 2002 fracasó por culpa de una tendinitis aguda en el Jou de los Cabrones después de subir desde Piedra Bellida.
A las 2 de la mañana llegamos al Collado Pandébano (1.212 m.) después del largo viaje desde Madrid. Rápidamente montamos la tienda y nos echamos a dormir las cuatro horas que disponíamos para ello. A las seis de la mañana sonó el despertador; Rafa pudo descansar pero yo no pegué ojo en las cuatro horas, el maldito saco que llevé no me protegió del frío de la noche. En una hora y cuarto levantamos la tienda, desayunamos, preparamos las mochilas y nos pusimos en marcha.
A las 7:30 pasamos por la Majada de La Terenosa (1.315 m.) donde se encuentra el refugio del mismo nombre. Antaño por aquí vendían el auténtico queso de cabrales, pero por lo visto ya no hay queseros en las majadas, sólo algunos elaboradores en pequeñas fábricas de Sotres.
La ascensión hacia la base del Naranjo es constante pero suave hasta que llegamos al Collado Vallejo (1.530 m.), punto en el que la ruta se adentra en la Canal de Vallejo. Pasando Las Traviesas llegamos al Jou Luengo y la pendiente comienza a aumentar. Las vistas del Naranjo desde aquí son imponentes, sobre todo cuando vas llegando a la base, miras hacia arriba y parece que nunca termina esa descomunal pared oeste...
A las 10:00 llegamos al Refugio de la Vega de Urriellu (1.903 m.). Llegamos en menos tiempo de lo previsto, de modo que nos quitamos la mochila y descansamos media hora para comer algo. No pudimos entrar en el refugio ni siquiera para tomar un café porque lo estaban limpiando, así que nos quedamos fuera "pelaos" de frío.
Ahora nos espera uno de los pasos complicados de la ascensión, la Brecha de los Cazadores, una pequeña chimenea que abre paso por el murallón del Neverón de Urriellu hasta la Corona El Rasu (2.170 m.).
Desde aquí podemos disfrutar de una de las vistas clásicas del Naranjo de Bulnes.
La visión de Torre Cerredo desde aquí nos impone respeto, a medida que nos vamos acercando nos damos cuenta de la impresionante mole que pretendemos ascender.
Los hitos nos conducen a la Horcada entre la Torre Bermeja y Torre Cerredo. Y aquí comienza la escalada vertical hacia la cumbre. Giramos hacia la derecha atravesando una profunda chimenea en la que decidimos depositar las mochilas; nos hemos quedado sin agua así que no vamos a comer en la cumbre; tan solo llevamos la videocámara. En algún tramo hemos utilizado la cuerda, más que nada por seguridad, pero la escalda se realiza sin demasiados problemas salvo por la sensación de vacío, que es cada vez mayor.
Eso sí, aseguramos al máximo cada paso que damos manteniendo tres puntos de apoyo con la roca, porque no cabe posibilidad alguna de cometer un error.