sábado, 9 de mayo de 2009

Aproximación al Pico Almanzor (2.592 m.).

El Pico Almanzor (2.592 m.) es la máxima elevación del Circo de Gredos y por tanto la más alta cumbre de la Sierra de Gredos y del Sistema Central. Se trata de una montaña granítica muy poco erosionada cuya ascensión requiere de cierta experiencia en escalada de segundo grado. Debe su nombre al caudillo árabe Abi Amir Muhammad, más conocido como Moro Almanzor, que entre los años 977 y 1002 llevó a cabo numerosas incursiones rápidas y devastadoras en los reinos cristianos del norte peninsular. Cuenta la leyenda que en el año 989, en plena campaña militar por el Valle del Tormes, Almanzor oyó hablar de una laguna negra rodeada de misteriosos rumores que le animaron a subir para conocer e inspeccionar el lugar.

Es viernes, 8 de mayo de 2009. Me encuentro en pleno proceso de preparación para la Transcantábrica y necesito realizar una prueba sobre el terreno para comprobar el peso de la mochila, el grado de dureza de las jornadas proyectadas, mi capacidad de resistencia, la dosificación y organización de los víveres, el material del campamento, etcétera.

Para ello me voy acompañado de Clara a la Sierra de Gredos, dispuesto a pasar tres días de travesía que aprovecharemos para conocer de cerca el lugar. Tenemos la intención de acampar en la base del Pico Almanzor para subirlo al día siguiente, cruzar la crestería por el Cuchillar de Ballesteros hasta el Pico La Galana (2.572 m.), descender por El Gargantón de nuevo al Circo de Gredos para la segunda noche y regresar a La Plataforma el domingo. Llevamos el equipo completo de acampada con todo lo necesario para pasar las dos noches.

Tras el largo viaje desde Madrid, llegamos a La Plataforma de Gredos (1.750 m.) a eso de las 13:00 horas. Allí dejamos el Trepas y tras comprobar el material nos damos cuenta del primero de los olvidos: Mi cámara de fotos. No pasa nada, haré las fotos con la videocámara. En cuanto me engancho la mochila y nos ponemos a caminar, comienzo a notar el esfuerzo de portear los casi 30 Kg. del macuto teniendo por delante una ascensión de casi 500 metros hasta la Peña del Rayo, situada a 2.170 m.

Durante el trayecto del primer tramo de la ascensión, a la altura del Río Pozas, nos cruzamos ya con la famosa Cabra Montés Ibérica, emblema del Parque Regional, concretamente se trata de la subespecie endémica de Gredos, la Capra pyrenaica victoriae.


Nada más cruzar el río comenzamos a subir por Los Barrerones hasta el Canto del Rayo. Pero hace bastante frío y nos tenemos que abrigar; paramos a comer un poco pero sopla tanto viento que inmediatamente continuamos con la marcha. En cuanto llegamos al Canto del Rayo, pisamos los primeros neveros y de pronto, al asomarnos al impresionante Circo de Gredos nos quedamos boquiabiertos: Las escarpadas cumbres de Gredos son altísimas. Distinguimos inmediatamente el Almanzor y La Galana, y lo primero que pensamos es que sin los crampones va a resultar imposible realizar alguna ascensión. Casi todo está cubierto de nieve, la Laguna Grande se divisa todavía helada, y hay cascadas abundantes por todos lados.

Descendemos por la Majada de Adrián hacia la garganta y poco antes de llegar a la Laguna Grande decidimos cruzar a la otra vertiente para buscar una zona apropiada para acampar. Cruzando la garganta pasamos por numerosas cascadas y puentes de nieve; en uno de los saltos, Clara no se atreve a pasar y busca una alternativa que finalmente la lleva a un paso cerrado. Para sacarla de allí tuvimos que usar la cuerda. Más o menos a las ocho de la tarde montamos el campamento, en medio de una vaguada rodeada de neveros y cabras montesas que de vez en cuando se acercaban a usmear para ver qué hacíamos por allí.



Al día siguiente por la mañana levantamos el campamento y tomamos rumbo al Refugio Elola, situado a 1.945 m. de altitud. Allí le comentamos al guarda nuestra intención de subir al Almanzor, cosa que nos desaconsejó realizar si no llevábamos crampones. No obstante, dejamos allí las mochilas y decidimos acercarnos hasta la base para valorar cualquier mínima posibilidad.


Subiendo por el Circo de Gredos descubrimos lugares espectaculares salpicados de cascadas, lagunas, neveros... pero a medida que nos íbamos acercando a la Hoya Antón hacía cada vez más frío y comenzaban a aparecer numerosas nubes.



En cuanto llegamos a la Hoya Antón, justo en la base del Almanzor, nos detuvimos para comprobar la ascensión. Hay que subir hacia la Portilla Bermeja para girar luego hacia la derecha por la Portilla del Crampón, pero hay tanta nieve y la pendiente es tan fuerte que descartamos la posibilidad de poder subir. Además, el cielo se está encapotando y amenaza lluvia. Nos damos la vuelta. Nunca nos lo hubiéramos podido imaginar, después de haber estado dos semanas soportando en Madrid temperaturas de más de 30ºC, que en Gredos todavía hubiera tantísima nieve y que nos iba a pillar este frío.

De regreso pasamos a recoger las mochilas por el refugio y bordeamos la Laguna Grande para coger el sendero que sube a la Peña del Rayo. Pensábamos en buscar otra zona para acampar, pero cuando alcanzamos el Canto del Rayo el cielo ya estaba totalmente encapotado y comenzó a llover con tanta fuerza que no dudamos en regresar a La Plataforma a por el Trepas.

A pesar de los inconvenientes y dificultades que hemos tenido, ha sido un fin de semana auténtico: Hemos conocido Gredos, hemos dormido en medio de la sierra rodeados de cabras montesas, hemos conocido lugares increíbles y nos hemos aproximado al Pico Almanzor, que sin duda será coronado en la próxima visita.

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