viernes, 22 de marzo de 1996

Parque Nacional Ciénaga de Zapata (Cuba).

Colón alude en su diario de navegación al asombro que le causó la abundancia de saurios que detectara en su circunnavegación por la isla grande a la que bautizó con el nombre de "Juana". Pero la depredación que sufrieron en los siglos posteriores hizo que los cocodrilos fueran desapareciendo y los pocos ejemplares que se salvaron de la extinción acabaran refugiándose en una de las zonas más recónditas del litoral antillano, la Ciénaga de Zapata, al sur de la provincia de Matanzas, en la isla de Cuba. La mayor colonia la forman la especie Crocodylus rhombifer, de la que se conservan en el parque alrededor de diez mil ejemplares repartidos en diferentes corrales.

Después de estar durante tres días en Varadero buscando la posibilidad de alquilar un coche hoy hemos tenido suerte y hemos conseguido un Suzuki, aunque nos ha constado una pasta, sobretodo por la fianza, tuvimos que depositar entre todos casi el valor total del vehículo; no nos hemos fiado mucho, pero no teníamos otra alternativa. Al final nos hemos metido dentro como hemos podido yo, Marta, Nieves, Elena, Carmen y Carolina, y hemos puesto rumbo al sur de la isla: Queremos visitar la Bahia de Cochinos, la Ciénaga de Zapata, la Laguna del Tesoro y la aldea taína de Guamá.

Por fin salimos del círculo turístico de Varadero y nos adentramos en la Cuba profunda, en la realidad de un país asolado por la miseria y la pobreza. El embargo económico impuesto recientemente por Estados Unidos está causando estragos en un país ya de por sí limitado de recursos. No hay tiendas, no hay supermercados, no hay panaderías, no sabemos dónde comprar algo de comida, no hay leche, huevos, patatas...

Cuando llegamos a Juaguey Grande el Suzuki nos dejó tirados. Lo primero que pensamos fue que nos habían engañado y que se habían quedado con todo nuestro dinero, pero las gentes del pueblo fueron muy amables y nos pusieron en contacto telefónico con la agencia quienes se presentaron en pocas horas con un coche de substitución.

Continuamos nuestra excursión dirigiéndonos a Playa Larga y Playa Girón, en la Bahía de Cochinos. De pronto empezamos a ver esparcidos por la carretera miles de cangrejos aplastados; nos bajamos del coche para verlos de cerca pero el hedor a marisco putrefacto era nauseabundo. Se trata de las especies Gecarcinus ruricola y Gecarcinus lateralis, que en la época de lluvias entre abril y junio entran en su etapa reproductiva y cruzan la carretera por centenares siendo totalmente imposible transitar sin aplastar a cientos de ellos. Jamás había visto cosa igual, no entiendo cómo siendo un Parque Nacional no se ha tomado algún tipo de medidas para proteger a estas especies.


En Playa Girón paramos para descansar y contemplar la famosa Bahía de Cochinos. No pudimos ver nada que nos recordara al escenario de la fracasada invasión de 1961 en la que tropas mercenarias anticastristas financiadas y dirigidas por la CIA intentaron invadir Cuba por la Bahía de Cochinos para derrocar a Fidel Castro. Yo me puse las gafas de buceo y aproveché el momento para lanzarme a las cálidas aguas de la Bahia y disfrutar de la diversidad biológica que ofrece el buceo por esta zona: Gorgonias, corales, esponjas...

Secluded Bay, Playa Giron, Playa Girón, Cuba
Lo siguiente era visitar uno de los corrales de cría del cocodrilo cubano, para lo cual nos dirigimos al complejo turístico de Guamá. Se trata del mayor criadero de cocodrilos de Cuba; primeramente te dan una breve explicación sobre estos animales que en edad adulta pueden superar los cinco metros de longitud; luego vas paseando por las diferentes ciénagas donde puedes verlos de cerca, casi tocarlos, incluso te ponen alguna cría en el brazo para que puedas cogerlo y hacerte una foto, algo a lo que yo renuncié, no soporto estas cosas típicas de los turistas. También te hacen una demostración de cómo cazarlos con lazo, y puedes ver cómo devoran la comida que les echan los criadores.



Junto al criadero hay un embarcadero donde pudimos alquilar un recorrido en lancha motora por la Laguna del Tesoro. Su denominación tiene un origen legendario, al parecer fue aquí donde los indígenas escondieron sus riquezas tras la llegada de los europeos. Pero el mejor tesoro de la laguna es un complejo de doce pequeñas islas que reproducen con fidelidad lo que pudo ser una aldea taína, con viviendas de madera y una treintena de imágenes pétreas de aborígenes en las labores propias de su forma de vida, realizadas por la escultora cubana Rita Longa.





Allí fue donde pude ver por fin el Zunzuncito, el colibrí cubano (Mellisuga helenae), el ave más pequeña del mundo. Me quedé fascinado al verlo, irrumpió cuando menos esperaba como una joya en el aire, un destello de perfección, en un instante dejé de respirar para no asustar al diminuto animalillo y disfrutar de su aleteo vertiginoso.

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