sábado, 11 de agosto de 2001

Aventura en el Pico Bodón (1.960 m.).

Al norte de León, en tierras donde antaño vivieron los astures, al final de las Hoces del Río Curueño se alza magestuoso El Bodón (1.957 m.), una de las montañas más altas del Alto Curueño.




Hace unos siete años subí por primera vez el Bodón acompañado de mi amigo Raúl, fue una de mis primeras ascensiones y me quedó un buen recuerdo de aquella montaña. 

Ahora somos Patxi, otro Raúl (hermano de Carolina) y yo quienes vamos a subirlo. Queremos entrenarnos para una posible ascensión a Torre Cerredo, la más alta de la Cordillera, en los Picos de Europa, y para ello hemos elegido esta montaña. 

Todo surgió de manera muy improvisada, ayer mismo nos telefoneamos y quedamos para salir hoy a la montaña. Pero lo que parecía una simple ascensión pronto se convirtió en una gran aventura por culpa de dos errores de cálculo: Primero, nos olvidamos el mapa en casa y comenzamos a trepar por la montaña vecina pensando que estábamos en el Bodón. Y segundo, el descenso por la cara norte se complicó por la enorme pendiente y por los grandes cortados que nos bloquearon el paso. Y otro error fue no llevar la cámara de fotos, motivo por el cual ésta crónica está carente de fotos. 

Dejamos el coche aparcado al final de las Hoces de Nocedo, justo después del cruce de la carretera de Valdeteja. Un gran murallón de piedra sobre la misma carretera ofrece varias vías de ascensión que nos parecieron muy sugerentes y sin pensarlo ni un momento nos pusimos a trepar como locos sin darnos cuenta de que lo que estábamos subiendo no pertenecía al Pico Bodón, sino a la montaña vencina, el Cobella, de 1.711 m. de altitud.

De todas formas no nos dimos cuenta hasta que llegamos a la cumbre y disfrutamos de una auténtica trepada usando las manos y los pies. Casi dos horas de ascensión ininterrumpida hasta que se me ocurrió mirar hacia el norte para darme cuenta de que la enorme montaña que teníamos justo enfrente era el Bodón.

Yo recordaba perfectamente que el Bodón era la última gran montaña del cordal y hacia el norte se abría el enorme Valle de Vegarada. Todavía no nos habíamos repuesto del esfuerzo cuando les dije: "Chicos, me he equivocado, este no es el Bodón, es el de ahí enfrente". 

Ni cortos ni perezosos iniciamos el descenso hacia el collado y comenzamos a subir directamente por la cara sur del Bodón. Tuvimos que parar a media ascensión para reponer fuerzas y finalmente alcanzamos la cumbre bien entrada la tarde. 

Apenas tuvimos tiempo para disfrutar de la cumbre porque les propuse a mis compañeros realizar un descenso "a la aventura" por la cara norte, directamente hacia Tolibia. 

Al principio todo fue bien, la pendiente era muy prolongada pero pudimos destrepar varios farallones sin demasiadas dificultades. Hasta que de pronto nos topamos con un cortado. Ciertamente, la perspectiva desde arriba no te permite saber si abajo hay un cortado, no lo ves hasta que llegas a él. Y eso fue lo que nos pasó. 

Tuvimos que bordear la montaña hacia el oeste buscando un paso que nos permitiera destrepar con un mínimo de seguridad. Nos recordó al reciente episodio del Cares, aquel en el que nos perdimos bajando de Cuesta Duja. 

Se hizo bastante duro y las pasamos canutas en algún tramo, pero finalmente logramos llegar a la base sanos y salvos. Para alcanzar el pueblo tuvimos que cruzar el río, y no fue fácil, con las piernas resentidas por la doble ascensión resultó complicado mantener el equilibrio en aquellas aguas tan frías y turbulentas del río Curueño. 

domingo, 1 de julio de 2001

2ª Ascensión a la Torre de La Palanca (2.614 m.)

La Torre de La Palanca (2.614 m.) es una de las cumbres más elevadas de los Picos de Europa, ascensión obligada si se pernocta en el refugio de Collado Jermoso (2.042 m.). Ofrece impresionantes vistas de todo el Macizo Central, del Naranjo de Bulnes, del Macizo Occidental y del mar Cantábrico. Su ascensión no entraña ninguna dificultad salvo alguna trepada expuesta tras la Torre del Peñalba.


Sábado, 30 de junio de 2001. He organizado para el grupo de amigos de Carolina una ascensión a la Torre de La Palanca (2.614 m.) con noche en Collado Jermoso. A pesar de haber estado ya en muchas ocasiones en Collado Jermoso, tan solo será la segunda vez que subo a la cumbre de La Palanca nueve años después de haberla coronado por primera vez. Quizás allí decidamos subir el Llambrión, pero en principio prefiero ir por lo seguro y ya conocido.

Partimos de León repartidos en dos coches, pero justo a la salida de la ciudad los que iban detrás de mi no se percataron de que tuve que frenar en un semáforo y golpearon su conche contra el mío. A mi Citroën Xsara no le pasó nada, pero al coche de ellos se le rompió el radiador.

Con en susto todavía en el cuerpo la mayor parte de ellos decidieron suspender la ruta; yo me ofrecí para llevar a los que entraran en mi coche pero al final sólo Julio y Laura se apuntaron. Carol y el resto optaron por quedarse el fin de semana en León. Laura es prima de Fernando, el novio de Carolina, y a Julio no le conocía, así que aprovechamos el viaje para charlar largo y tendido para conocernos mejor. Laura estuvo en la aventura del Cares y también había venido a la Cueva del Agua y a Pambuches, y Julio es aficionado a la escalada, recientemente había conocido al grupo de Carolina y se había apuntado a esta ascensión.

Cuando llegamos al Puerto de Pandetrave dejamos el coche, agarramos las mochilas y nos pusimos a caminar por la pista hasta el Caben de Remoña. Parece que el tiempo va a ser bueno, aunque se ven algunas nubes bajas.


Hoy estreno nueva cámara digital, una Minolta Dimage 2330. Tiene más resolución que la anterior y las fotos por fin pueden verse en el ordenador con bastante más nitidez. 


Hace tiempo que dejé de subir la Canal de Pedabejo por el pedrero; se sube mucho mejor por el sedo. Un inmenso mar de nubes cubre todo el valle del Liébana y parte de Valdeón, pero pronto nos plantamos en el Collado Remoña dejando atrás la niebla y allí les enseñé a Julio y Laura las vistas del Llambrión, Collado Jermoso y la Vega de Liordes.

La niebla intenta subir por la Canal de Pedabejo pero no logra sobrepasar del Collado Remoña.

Abajo nos espera la inmensa pradería de la Vega de Liordes, la mayor vega de los Picos de Europa.


Aprovechamos el paso por la Vega de Liordes para descansar y comer un poco. Hacia abajo por la Canal de Asotín asoman las nubes desde el Valle de Valdeón.
Al llegar a Las Colladinas nos encontramos con los omnipresentes rebecos. Siempre que he pasado por aquí me los he encontrado, y en esta ocasión los veo algo más confiados que otras veces, ocasión que aprovecho para ver si logro una buena instantánea mientras Julio y Laura continuan subiendo.

Al llegar a lo más alto de Las Colladinas nos hacemos una foto con la Torre de Friero al fondo.

Llegamos al refugio de Collado Jermoso a eso de las seis de la tarde. Después de asearnos en la fuente con las gélidas aguas que vienen del nevero del Llambrión, dejamos las mochilas en el refugio y nos fuimos a recorrer las inmediaciones del Collado Jermoso. El mar de nubes es impresionante de modo que nos sentamos tranquilamente en lo alto de la Torre Jermosa a contemplar el panorama.

Justo en frente tenemos la mejor vista posible de Torre Santa. Es una ocasión única para fotografiar la puesta de sol detrás de su impresionante mole y con ese manto blanco a los pies...


A pesar de tener el refugio al lado la temperatura es tan agradable que decidimos tirar los sacos al suelo y hacer vivac durante toda la noche. Después de cenar nos tumbamos a contemplar las estrellas, se veían con tanta nitidez que no perdimos detalle a lo largo de la Vía Láctea. Mientras Julio y Laura se daban sus primeros arrumacos, yo intentaba recordar las veces que he subido a Collado Jermoso y las noches que pasé aquí con Alberto, Tato, con Laura y Carlos de Vega, con Carolina y Carmen, con Marta...

A la mañana siguiente, con los primeros rayos de sol sobre las naranjas paredes del Llambrión, desayunamos y nos preparamos para la ascensión.

Hacia abajo han desaparecido las nubes que ayer cubrían todo el Valle de Valdeón y se puede contemplar el macizo de la Bermeja con la Canal de Pambuches entera.

Alcanzamos la cumbre de La Palanca después de una hora de ascensión desde Collado Jermoso. Julio nos demostró su gran habilidad en la escalada trepando por la Torre del Peñalba. Ya desde la cima, nos pusimos a identificar los Picos y lancé las panorámicas con mi recién estrenada cámara digital.


El Cantábrico está cubierto de nubes, pero se ven todos los picos sin excepción: El Naranjo, los Cuetos Albos, el Neverón de Urriellu, Peña Vieja, Tesorero...

La Torre de Friero no parece tan impresinante desde aquí, claro que sobrepasamos en unos doscientos metros su cota más alta. No obstante nos permite ver con todo detalle su impresionante corredor norte de arriba a abajo.


Y hacia el norte mi próximo objetivo, la montaña más deseada, la cumbre de los Picos, Torre Cerredo...



sábado, 12 de mayo de 2001

Alta Travesía del Cares (Cuesta Duja).

Cuesta Duja es una pradera de alta montaña literalmente "colgada" en la vertiente del Macizo Central de los Picos de Europa que cae directamente sobre la Garganta del Río Cares. Forma parte del que probablemente sea el mayor desnivel de la Península Ibérica (unos 2.300 m. entre Torre Cerredo y en Río Cares en apenas 2 kilómetros). Su extrema situación la convierte en prácticamente inaccesible, pero los cainejos la han aprobechado desde antaño para alimentar a parte de su ganado. Lo que es increíble es conocer el lugar por donde lograban subirlo...



Lo que comenzó siendo un simple paseo por la Senda del Cares acabó convirtiéndose en una de las mejores aventuras que he vivido en los Picos de Europa. Dos semanas después de llevar al grupo de amigos de Carolina y Raúl al Collado Pambuches hemos organizado otra excursión, esta vez con nuevas incorporaciones, para recorrer los rincones más espectaculares de la Garganta del Cares.

Casi todos conocen la Ruta del Cares, unos la han hecho entera, otros conocen solo la parte de León hasta el Puente Bolín, otros conocen la parte asturiana, y alguno ni siquiera la había hecho hasta hoy. 

Les he llevado hasta la zona de Culiembro enseñándoles las diferentes canales que suben a los dos macizos, Dobresengros, Trea, Ría, Piedra Bellida... En Culiembro decidí bajarles al Río Cares para que cruzaran el río.


Subimos por los Pandos de Culiembro hasta el Horcado Turonero, al inicio de la Canal de Piedra Bellida, un buen lugar para comer disfrutando de unas vistas espectaculares. 


Mientras nos comíamos el bocata saqué el mapa y pensé: "¿Qué tal si les propongo una aventura?". Entonces les planteé dos opciones, la primera: Regresar por donde habíamos venido. La segunda: Cruzar a la vecina Canal de Ría, buscar la forma de llegar a Cuesta Duja y desde allí, bajar al Cares por donde pudiéramos. Esta claro que la primera opción es la más segura, la más asequible y la más razonable. Sin embargo la segunda opción, la más arriesgada, la más inconsciente y la más atrevida es la que les resultó a casi todos mucho más interesante. 

Hasta Cuesta Duja yo se que no hay problemas porque por el mapa se ve claramente que un sendero cruza la Canal de Ría y llega a Cuesta Duja, ¿pero después? No tengo ni idea de cómo bajar desde allí al Cares, aunque se que tiene que haber alguna forma porque he oído a los cainejos hablar un montón de veces de Cuesta Duja como uno de los mejores lugares para llevar a las cabras. Sospecho que tiene que haber algún paso para llegar a la vecina Canal de Dobresengros, pero nunca he estado por allí y no se lo que nos vamos a encontrar. 


Impresionante la Canal de Ría, preciosa, nunca había pasado por ella, solo la había visto desde el vecino Macizo del Cornión, desde la Vega de Ario... Pero es guapísima, me entran ganas de subirla hasta arriba pero es larguísima, llega directamente a los Picos de Dobresengros, al Jou de los Cabrones, pero no hay paso posible salvo cruzar a la vecina Canal del Agua, y creo que es bastante difícil. 


Pasamos por rincones verdaderamente bonitos, con vistas impresionantes, parece que estamos volando sobre el Cares, es espectacular.


Este es el Monte Cuebre, un pequeño halledo que tenemos que cruzar antes de iniciar la ascensión a la Horcadina del Cuebre por unas rampas verdaderamente empinadas. 


Llegados a este punto me doy cuenta de que hay gente que no se trajo cantimplora y el agua comienza a ser un bien escaso. Juntamos las cantimploras disponibles y hacemos balance del agua que nos queda. Decido que es necesario imponer un régimen de racionamiento de agua porque no sabemos cuánto tiempo nos quedará hasta encontrar algún arroyo. Patxi se encargará de controlar el agua y de que cada uno beba solo su parte asignada. 


Se está haciendo tarde, nos estamos quedando sin agua y, por si fuera poco, el tiempo está empeorando. No me quiero ni imaginar qué sería de nosotros si se pone a llover o a tronar estando "perdidos" entre Cuesta Duja y Dobresengros. Alguna chica está empezando a ponerse nerviosa ante la situación y pronto será víctima del pánico si no intervengo con decisión: "¡Tranquilos! Todo está bajo control, no os preocupéis que todo va a salir bien". 


En Cuesta Duja la situación se tranquilizó y nos pusimos a buscar agua como locos. Mientras tanto yo miraba el mapa y buscaba la forma de salir de Cuesta Duja y cruzar a la vecina Dobresengros. "Si llegamos a Dobresengros estamos salvados" les dije a Patxi y a Raúl. "Desde allí arriba podemos buscar un paso hacia la Canal de Cámara y quizás encontremos la forma de llegar a Dobresengros".   


Pero el problema es que son ya más de las siete de la tarde y tan solo nos quedan un par de horas escasas de luz, no hay tiempo para seguir subiendo, hay que bajar ya. 

El tiempo nos da una tregua y se abren  algunos claros que nos facilitan buscar un sedo que baje hacia el Cares directamente desde Cuesta Duja. "Tiene que haberlo" pensaba yo, pero en cuanto llegamos a la parte baja nos sorprende un impresionante cortado. 

Me lo temía, ya me lo habían dicho los cainejos, que Cuesta Duja se precipita hacia el Cares por un cortado.


Pero entonces encontré un sedo, estaba muy poco marcado y discurría por una cresta muy expuesta al vacío, pero no había otra forma de salir de allí. "Tiene que ser por ahí" les dije. 


Comenzamos entonces a descender por el sedo...


Pero llegamos a un punto sin salida: Todo son cortados por un lado y por otro. "Creo que en algún lugar de la bajada nos hemos metido por un camino equivocado" les dije a Patxi y a Raúl. "Pero se está haciendo demasiado tarde y se nos va a caer la noche encima". "Será mejor que busquemos algún lugar donde refugiarnos por si tenemos que quedarnos". Una cueva del lugar podría ser un buen sitio si se diera el caso. "¡Pero no tenemos agua!". "¿Cómo vamos a pasar la noche entera sin agua?". "A mí me preocupa más el frío que el agua", les dije yo...

Las chicas vieron nuestro semblante de preocupación y entró de nuevo el pánico entre el grupo. "Escucharme bien, ésta es la situación: Estamos perdidos. Lo primero que tenemos que hacer es mantener la calma y lo segundo buscar un lugar donde refugiarnos por si se nos cae la noche encima. Dentro de una hora escasa ya no podremos seguir caminando por aquí. Vosotros buscar un lugar seguro y confortable donde podamos pasar la noche y mientras, Patxi, Raúl y yo buscaremos agua por los alrededores". Una chica se echó a llorar, estaba aterrorizada. Me acerqué a ella para tranquilizarla: "No te preocupes, no va a pasar nada, vamos a estar todos bien". Tenía que hacer todo lo posible para que no contagiara el pánico al resto del grupo. 


Fernando se quedó con el resto del grupo para calmar los ánimos mientras Patxi, Raúl y yo nos pusimos a buscar a la desesperada una salida rápida del lugar. Entonces encontramos un canalillo muy expuesto y empinado por el que quizás pudiéramos pasar. "¿Vosotros creéis que las chicas podrán pasar por aquí?" les pregunté. "Es posible". En cualquier caso, o las pasamos por aquí como sea o nos quedamos todos arriba.

Estaba oscureciendo, pero algo me decía que una vez superado ese paso llegaríamos a Dobresengros y estaríamos salvados. "Si pasamos entraremos en la Canal de Cámara, y desde esta canal pasaremos sin problemas a Dobresengros, hay que intentarlo, no perdamos más tiempo". Entonces subimos arriba y se lo dijimos al resto. Todos accedieron a intentarlo. Patxi bajó el primero y desde allí fue ayudando al resto a que bajaran. Yo me quedé el último para tranquilizar el ambiente entre las más asustadas y para ayudarlas a pisar donde debían.

Al final logramos que todos pasaran y descendimos por un pando empinado hasta unas rocas. Estaba ya muy oscuro pero en cuanto cruzamos por aquellas rocas comenzamos a escuchar los sonidos de las aguas torrenciales. "¡Estamos salvados!". "¡Es el arroyo de Dobresengros!".

Por fin pudimos beber agua y llenar las cantimploras para el resto del camino, aunque tendríamos que caminar con mucho cuidado por la Senda del Cares. "¡No hay tiempo que perder, tenemos que caminar rápido para llegar a Caín antes de que oscurezca del todo!"... Ninguno llevábamos linterna. 

Llegamos a Caín sanos y salvos a las diez y media de la noche y por fin pudimos respirar tranquilos. "¡Hemos llegado por los pelos!". Hemos tenido mucha suerte porque teníamos todas las papeletas para habernos quedado perdidos allí arriba. Hemos encontrado el único lugar posible por donde bajar y eso nos ha salvado. 

Para todos de los que han vivido esta aventura, estoy seguro que la recordarán para siempre. 

sábado, 28 de abril de 2001

Collado Pambuches.

La Canal de Pambuches alcanza directamente la Horcada y el Collado del mismo nombre en la vertiente de Valdeón del Macizo Occidental de los Picos de Europa. Es la vía normal de ascensión a las Torres de Arestas, a la Torre Ciega, Torre Parda y a la vecina Torre Bermeja.  


Ese era nuestro objetivo para hoy, la ascensión a la Torre Bermeja. Repetimos aventura con el grupo de amigos de Carolina y Raúl, los mismos a los que llevé la semana pasada a la Cueva del Agua de la Canal de Capozo. Esta vez les he propuesto alcanzar la cumbre de la Torre Bermeja, pero me da la impresión de que el tiempo nos va a jugar una mala pasada. 


Iniciamos la ascensión a primera hora de la mañana subiendo directamente por El Pombero hasta Pantivalles. Hasta ahora el tiempo es soleado aunque poco a poco se van formando nubes que no me dan buenas sensaciones.


Llegando al Monte Piergua hicimos una primera parada de descanso para retomar fuerzas y llenar las cantimploras con la fresquísima agua de la fuente.  


Entramos de lleno en la Canal de Pambuches y nos la encontramos llena de nieve. Algunos pasos se complican porque la nieve está bastante blanda y alguno de nosotros se coló por agujeros hasta la cintura. El tiempo está empeorando. 


Ya en la parte alta de la canal llegamos al Collado Pambuches, situado a 1.895 m. de altitud, casi mil metros de desnivel desde Posada. Desde aquí se puede ver la inconfundible silueta de Torre Cerredo en el Macizo Central, la más alta de los Picos. 


En vistas de que el tiempo empeora a cada paso que damos los ánimos para seguir subiendo se van desvaneciendo y decidimos abortar la ascensión a la Torre Bermeja, además, la niebla está entrando por la Canal de Bufón y ninguno de nosotros vamos bien equipados para una ascensión con nieve, unos crampones y el piolet se hacen imprescindibles para acomenter las difíciles rampas de la Canal del Bufón. 

De todas formas lo hemos pasado muy bien en el entorno del Collado Pambuches, hemos comido los bocatas, nos hemos asomado a los cortados de los Picos de Pambuches y nos hemos hecho unas cuantas fotos con mi nueva cámara difigital. 

domingo, 22 de abril de 2001

Cueva del Agua (Canal de Capozo).

En la vertiente del Monte Corona que asciende hacia el Macizo Occidental de los Picos de Europa discurre un sendero que conduce a la Vega Huerta a través de la Canal de Capozo. Vega Huerta sirve de base para las ascensiones a Torre Santa, la cumbre más elevada del Macizo Occidental.

La ruta de ascensión a Vega Huerta por la Canal de Capozo ofrece un montón de atractivos, como el atravesar los bosques del Monte Corona, contemplar el nacimiento del Arroyo de La Farfada directamente desde las entrañas del murallón rocoso, contemplar desde lo alto la frondosidad del bosque de Corona, adentrarse hacia lo profundo de la angosta Canal de Capozo a los pies de las paredes del Cueto Agudos, ascender por los pastos de la Pedriza Carbanal y descubrir la colosal estampa de la cara sur de Torre Santa a medida que nos vamos acercando a Vega Huerta.

Mi amiga Carolina me sugirió hace unos días que organizara una ruta interesante para llevar de guía a sus amigos de León por los Picos de Europa. Tenía que ser una ruta para hacer en una única jornada, que tuviera cosas interesantes para ver, que partiera del Valle de Valdeón, y que no fuera la archiconocida Ruta del Cares. Pensé entonces en la Cueva del Agua de la Canal de Capozo, un lugar que descubrí hace unos años y que seguro a ellos les va a gustar.

En cuanto Carolina me presentó a sus siete acompañantes (su hermano Raúl, Patxi, Fernando, Laura...) supe que todos ellos estaban dispestos a vivir una gran aventura por los Picos de Europa, porque a pesar del frío y del mal tiempo que nos acompaña ninguno de ellos puso el más mínimo reparo a iniciar la ruta por muy dura que fuese.

Partimos del Mirador del Tombo en Cordiñanes siguiendo la senda de La Farfada. De vez en cuando nos caen del cielo unas gotillas de agua pero no parece que el tiempo vaya a empeorar demasiado. Todos están muy animados y en cuanto entramos en el Bosque de Corona nos hicimos esta foto con mi nueva cámara digital.

En pleno mes de abril La Farfada tiene que estar soltando mucha agua, aunque realmente es mayo el mejor mes para ver la gran cascada que nace directamente de la roca fruto del deshielo. Aun así cruzar el maltrecho puentecillo que cruza el torrente no es tarea fácil.

Por esta zona son frecuentes los aludes de nieve que caen de la parte alta del macizo, algunos de ellos caen con tanta fuerza que arrasan con todo a su paso llevándose por delante rocas y arrancando árboles del suelo. Estos árboles obstaculizan el paso de la senda hacia la entrada de la Canal de Capozo.

Una vez alzanzada la Canal de Capozo y superado el sedo que la da acceso comienza la ascensión más dura de ruta, más complicada cuando se hace con el suelo mojado con es nuestro caso. Eso sí, comenzamos a disfrutar de las grandes panorámicas del Monte Corona.

A medida que ganamos altitud aumenta la sensación de frío y aumentan las ganas de llegar a la cueva que se hace de rogar, sobre todo en los tramos finales cuando crees haberla encontrado y resulta estar todavía más arriba. Está comenzando a llover y no hay mejor lugar para resguardarse que la cueva.

Algunas de las chicas comienzan a agotarse y poco a poco se van quedando atrás. Raúl es el más activo del grupo y anima al resto de la gente a seguir adelante, pero los ánimos se van agotando a medida que ven que no acabamos por alcanzar el objetivo.

Pero por fin alzanzamos la cueva y no les quedó más remedio que afrontar los últimos esfuerzos para reunirse con nosotros. En el interior de la cueva hace mucho frío, no se ve nada, todo está oscuro y mojado. Con el tiempo justo para regresar sacamos de las mochilas los bocadillos y reponemos fuerzas para el largo descenso.

domingo, 15 de abril de 2001

Puerto de La Fonfría (1.640 m.).

El último pueblo de León camino de Asturias por el Puerto de Tarna es La Uña, perteneciente al municipio de Acebedo y situado a unos 1.200 m. de altitud. Desde aquí parte un itinerario muy interesante que conduce al Valle de Sajambre por la Collada de Valdemagán. Justo antes de esta collada una pista conduce al Puerto de La Fonfría, desde donde puede contemplarse una gran panorámica de Asturias con la Peña Ten al lado y los Picos de Europa al fondo.

Hoy estreno mi nueva cámara fotográfica, una de las primeras cámaras digitales que han salido al mercado, una Samsung Digimax, con tarjeta de memoria compact-flash. No hay más que conectar la cámara al ordenador y ya puedo ver las fotografías. Se acabaron los carretes, los revelados, las largas esperas para comprobar los resultados, los gastos... El mundo de la fotografía está cambiando hacia la nueva era digital, y prueba de ello son estas fotografías. La calidad no es muy buena que digamos, espero que con el tiempo logren fabriquen cámaras con mejor resolución, pero no hay nada como ir al campo con una cámara digital y hacer todas las fotos que quieras para luego verlas cómodamente en el ordenador de casa.

Últimamente no he tenido mucho tiempo para salir a la montaña, Marta y yo hemos estado muy ocupados con las obras de nuestra nueva casa, la mudanza, los trabajos... No hacíamos una ruta juntos desde el Barranco de las Angustias en la isla de La Palma.

Tenía mucho interés en hacer una ruta por tierras de Acebedo, y más concretamente en este itinerario que conduce de La Uña directamente a Pío de Sajambre. Se trata de una ruta interesantísima de largo recorrido, pero para realizarlo completamente es necesario disponer de un medio de transporte en Sajambre para el regreso. Por eso nos planteamos únicamente asomarnos a la vertiente asturiana para alegrar nuestra vista con un bonito paisaje.

Dejamos el coche en La Uña, cruzamos el puente que cruza el río y tomamos la pista que sube al depósito de agua que abastece al pueblo. Más adelante el valle se abre en una amplia pradería conocida en el lugar como los Campos de María:

Siguiendo valle arriba llegamos a un estrechamiento donde hay ubicado un cierre para el ganado. Luego el camino cruza el río y continúa remontando el Valle de Carcedo por la margen contraria. Echando la vista atrás tenemos una buena panorámica con el Macizo de Mampodre al fondo:

Comenzamos a divisar a lo lejos un corral para el ganado donde hay construida una caseta de piedra. Llegamos hasta la caseta y seguimos por la pista que sube hasta el collado que se ve en lo alto. Se trata del Puerto de La Fonfría, conocido en el lugar como Collado Mascaredo. Para subir a la Collada de Valdemagán no hay más que seguir el curso del arroyo aguas arriba por el Valle de Carcedo, pero nos conformamos con la vista que nos espera en este otro collado más próximo.

Mi objetivo está cumplido, disfrutar de un buen paseo por la Montaña con Marta y contemplar la panorámica de los Picos de Europa desde esta zona. A nuestra izquierda tenemos la impresionante mole de la Peña Ten que espero subir algún día.

Por un día hemos despejado nuestra mente de las preocupaciones cotidianas de la ciudad y nos hemos enriquecido con la energía positiva de la Montaña.

Al pasar de nuevo por La Uña de regreso volvieron los pensamientos que me empujan a emprender una vida rural lejos del bullicio de la gran ciudad. Aprovechando que nuestra situación laboral en León está en precario le planteo a Marta la posibilidad de emprender una nueva vida en algún pueblo, algo a lo que en un principio no se opone.