martes, 24 de mayo de 2011

Ascensión al Moncayo (2.316 m.)

El Sistema Ibérico es un conglomerado de montañas que carece de una alineación predominante como sucede con los demás sistemas montañosos españoles. Es la estructura más antigua, la que tiene los materiales más duros y la que soporta todo el relieve peninsular.

El Moncayo es su macizo más elevado, levantándose entre la Depresión del Ebro de Aragón y La Alcarria en Soria. Esta ubicación tan especial hace del Moncayo una verdadera isla de riqueza natural. Su altitud le permite beneficiarse de los vientos húmedos procedentes del Atlántico favoreciendo el desarrollo de un rico ecosistema caracterizado por la graduación altitudinal de su vegetación, lo que se traduce en una gran diversidad florística. Así, escalonándose entre los los restos glaciares de la cumbre y los encinares de la base del macizo, se encuentran grandes robledales, hayedos y pinares adornados de abundantes manantiales y que sirven de hábitat para una nutrida fauna.

Cuarta de las cumbres de los 10 Principales Sistemas Montañosos de España:¡CONSEGUIDO!

Es el primero de los cuatro días que dispongo este año para escaparme de Madrid y perderme entre las montañas de mi país. Este año lo necesito más que nunca, aunque solo sean cuatro días, necesito sentirme aislado de todo el mundo, no encontrarme con nadie, no hablar con nadie, sentirme a mí mismo en contacto con los elementos naturales. No quiero escuchar nada más que no sea el viento, la brisa de la Montaña, el sonido de los manantiales o los cánticos de las aves; nada de coches, ni teléfonos móviles, ni televisión, ni gente...

En esta ocasión llevo la Capri, mi furgona, que no solo me servirá para desplazarme a los diferentes lugares que tengo previsto visitar, sino que también será mi refugio. Llevo en ella todo lo necesario, el equipo de montaña al completo, el equipo fotográfico, comida suficiente para los cuatro días, agua, ropa de cambio, mochila para las ascensiones, mochila para las rutas en bici, mapas, cantimploras, barritas energéticas...

He salido de Leganés a las 6:30 de la mañana con dirección a Guadalajara para viajar directamente hasta Ágreda, en la provincia de Soria. A la altura del Puerto de Esteras, cerca de Medinaceli, pude distinguir ya en el lejano horizonte el inconfundible macizo del Moncayo. En Medinaceli hay que dejar la A-2 para coger la Nacional 101 que pasa por Almazán y Olvega antes de llegar a Ágreda.

En Ágreda hay que coger la carretera que lleva al pueblo de Vozmediano desde donde parte la vía de ascensión hacia el Santuario de Nuestra Señora del Moncayo a través de una pista forestal que permite recorrer la hermosísima corona forestal que rodea todo el macizo.

Este es el Refugio del Moncayo, muy cerca de la Fuente del Sacristán. Durante la ascensión por la pista hay numerosas indicaciones puestas por el Parque Natural que señalan la extensa red de senderos que recorren todo el parque.

A partir de los 1.350 m. de altitud la pista deja de estar asfaltada y ya solo queda llegar hasta el último aparcamiento, el del Haya Seca, próximo al Santuario a unos 1.610 m. de altitud. En algunos de los tramos de la subida puede distinguirse perfectamente el "cucharón" de la cumbre del Moncayo; parece que solo quedan unos pocos neveros alrededor del circo glaciar de la cumbre, de modo que no hará falta subir los crampones.

Poco antes de las doce del mediodía llego al aparcamiento, dejo allí la Capri y me preparo para la ascensión. Me esperan unos 700 metros de desnivel para la ascensión hasta la cumbre del Moncayo: En la mochila llevo el equipo fotográfico, las dos cantimploras, el mapa y unas barritas energéticas, nada más. A las 12:15 llegué al Santuario de la Virgen del Moncayo; esperaba otra cosa, una especie de monasterio antiguo bien conservado donde pudiera encontrarme con algún monje paseando entre sus huertos, pero nada de eso, no es más que una vieja construcción abandonada muy mal conservada que parece servir de refugio y restaurante para los numerosos visitantes que deben venir por aquí los fines de semana. Eso sí, las vistas son espectaculares.

Del mismo santuario parte un sendero que cruza el pinar en sentido ascendente con la indicación clara de que conduce al Moncayo.

El sendero no tiene pérdida y en algo menos de una hora se alcanza el Circo de San Miguel.

La vía clásica para la ascensión del Moncayo está indicada mediante numerosos hitos y sube por el margen izquierdo del circo directamente al Collado de Las Piedras, pero mi intención es alcanzar la cumbre cruzando el circo y ascendiendo por la Peña Nariz, creo que va a ser una ascensión mucho más interesante.

A las 13:20 crucé la barrera de los 2.000 m. de altitud; la pendiente es cada vez mayor y la ascensión se complica por culpa de las piedras, la única forma posible de subir es pisando por los pedreros, pero las piedras están tan sueltas que resulta muy difícil mantener el equilibrio. No obstante reconforta ver y disfrutar la panorámica que se abre a mis espaldas. En los últimos metros hay que agarrarse firmemente con las manos para mantener el equilibrio.

No es una montaña muy elevada, sin embargo la sensación de altitud es brutal, nunca había estado en una cumbre que ofreciera semejantes vistas, no se termina de ver horizonte...

A las 14:30 ya estaba en la cumbre disfrutando de las vistas que el Moncayo ofrece desde todos sus ángulos. En su buzón dejé la correspondiente hoja de cumbres, una anotación en el libro de cumbres y dejé atada en la cruz mi bandera del Treparriscos.

A simple vista ha costado un poquito distinguirlos, pero con el uso de los prismáticos he podido ver perfectamente la Cordillera entera de los Pirineos, es más, juraría haber reconocido el Monte Perdido, pero no estoy muy seguro porque desgraciadamente todavía no he pisado los Pirineos. Toda esa masa de nubes que se ve en el horizonte son las nubes de evolución que crecen sobre los Pirineos.

Después de estar una hora en la cumbre reponiendo fuerzas, descansando, haciendo fotografías y explorando el inmenso horizonte con los prismáticos, emprendí el camino de regreso, esta vez por la vía clásica, la del Collado de Las Piedras.

A las 16:40 llegué de nuevo a la base del Circo de San Miguel con una rozadura en el pie derecho y molestias en la rodilla izquierda, los mismos síntomas que me dificultaron el año pasado parte de la Travesía Transcantábrica.

Durante el descenso me he dedicado a reconocer parte de la diversidad florística y faunística del Moncayo, pudiendo distinguir diversas especies de brezos, jaras, genistas, enebros, sabinas, endrinos... Además de hayas y pinos silvestres, he podido observar que por aquí predominan también los robles del tipo Coscojo y Melojo, además de las encinas, que abundan sobretodo en la parte más baja del macizo.

Dentro del bosque pude escuchar a los corzos en varias ocasiones, pero en general he visto pocos rastros de animales; no he visto rastro alguno de jabalí ni de ciervo. Aves un montón de ellas, pero que haya podido reconocer tan solo algunos petirrojos, mirlos, carboneros, algún pico picapinos y una pareja de colirrojos muy cerca de la cumbre.

En uno de los recovecos del bosque pude aparcar la Capri y allí pasé la noche. Preparé una buena cena, repasé las anotaciones de mi diario de ascensiones y de mi cuaderno de campo y preparé el equipo para la jornada de mañana en el Desierto de las Bardenas Reales.

3 comentarios:

Enrique dijo...

hola Migues Ángel, gracias por tus vídeos y la fotografía, es espectacular
comparto contigo la afición por "trepar" riscos y admirar el paisaje desde las alturas

viendo el vídeo que has colgado del la subida al Moncayo, me ha llamado la atención la música que le acompaña. serías tan amable de darme referencia de quién es?

un saludo y gracias

Enrique

Enrique dijo...

hola Miguel Ángel, comparto contigo la afición por "trepar" riscos.
que bonitos vídeos y que buena fotografía
viendo el vídeo de la subida al Moncayo, me ha gustado mucho la música que le acompaña, ¿podrías decirme de quién es?

un saludo y gracias, Enrique

Miguel Ángel López Varona dijo...

Gracias Enrique. Si te refieres al tema de Cat Stevens, se trata de "Where do the children play".