sábado, 11 de noviembre de 2006

5ª Ascensión a Torre Bermeja (2.393 m.)

La Torre Bermeja es la peña situada más al sur del Macizo del Cornión (Occidental) de los Picos de Europa. Con sus 2.393 m. de altitud ofrece una espectacular visión de Torre Santa (2.596 m.), del Mar Cantábrico, de Asturias y de la Cordillera Cantábrica. Su ascensión desde Posada de Valdeón supone salvar un desnivel de 1.465 m. Pero el paso por la Canal de Pambuches, Collado Verde y Canal del Bufón recompensa y mucho el gran esfuerzo físico.

Es sábado, 11 de noviembre de 2006. Desde que he abierto el supermercado en Posada apenas he podido salir a disfrutar de la Montaña, de los Picos. Pero el verano a terminado y la temporada alta ha finalizado, de modo que hoy me he permitido tomarme el día libre para ascender a la Torre Bermeja. Han pasado cuatro años desde la última vez que la subí, y es la quinta vez, lo que la convierte en la cumbre de los Picos que más veces he visitado. Y voy a subir en solitario, como lo hize la primera vez, en aquel 12 de agosto de 1992... ¡Han pasado catorce años! Pero en esta ocasión tengo la intención de descender por el Sedo del Gato.

Salgo pronto con mi mochila a cuestas hacia Pantivalles. Allí me encuentro a Angel, de Posada, que está vigilando sus vacas, las está llamando para que acudan todas. Mientras subo por la morrena que baja del Horcado Pambuches, compruebo que Angel ya tiene a todas sus vacas a su alrededor.

Hace calor, el día de momento acompaña aunque se están formando algunas nubes. Pero estoy subiendo a buen ritmo; me estoy cronometrando, porque espero alcanzar la cumbre en menos de cinco horas. Mientras subo por las Lleras de Pambuches voy pensando en mis cosas, en mi supermercado, en mi nueva vida, en Clara... Y casi sin darme cuenta alcanzo el Collado Pambuches (1.885 m.). Aquí la parada es obligada; recuerdo que la primera vez que subí la Bermeja paré en este collado a dormir la siesta. Merece la pena asomarse y ver la caída hacia el Monte Piergua. Pero mi objetivo es examinar el terreno para dar con la bajada hacia el Sedo del Gato. Desde aquí no lo distingo muy bien pero creo haber encontrado el camino.


La ascensión por la Canal del Bufón es la parte que más me gusta de esta ruta, la razón por la que subo tantas veces la Bermeja. Y es que no subo por donde está marcada la ruta, prefiero subir pegado a El Bolo, donde hay que agarrarse con las manos y la subida es mucho más vertical, pero miras hacia atrás y ves la enorme pared del Bolo y Valdeón allí abajo, que merece la pena.


Casi sin parar supero la Canal del Bufón y ya con la cumbre a la vista hago una foto con el móvil y se la envío por MMS a Clara. Las nubes van en aumento y alguna de ellas choca con el Macizo, pero de momento no suponen un problema, aunque de cara al descenso por el sedo la visibilidad va a ser crucial.


Por fin alcanzo la cumbre en menos de cinco horas, justo a tiempo para comer y pasar un buen rato allí arriba. Estoy completamente solo, no hay nadie por la zona, pero me encuentro genial.
El piolet de la Bermeja indica 2.393 m. de altitud, pero parece ser que las últimas mediciones la situan exactamente a los 2.400 m.
Las vistas son inmejorables, mires por donde mires. La Torre Santa al norte impone por su magestuosidad, el Macizo Central con Torre Cerredo, Valdeón, Riaño, toda la Cordillera. De hecho, distingo al fondo en la lejanía el Macizo de Peña Ubiña.

Se están formando demasiadas nubes allí abajo, así que comienzo el descenso. En la Canal del Bufón, esta vez sí que bajo por el pedrero, ya que voy mucho más rápido. Pero al coger la bajada hacia el Sedo del Gato ya me encuentro con la niebla. Comienzo a bajar sin pensármelo mucho, pero comienzo a dudar. No hay ningún hito ni ninguna marca que indique el camino, y la niebla me impide distinguir dónde termina la roca y empieza el vacío. Así que en esta ocasión, la prudencia puede conmigo y subo de nuevo a Pambuches para bajar por el mismo sitio.

No conozco el Sedo del Gato, he oído hablar mucho de él pero todavía no he subido nunca por ahí. Se que es bastante peligroso, ha habido excursionistas que han perdido la vida por subir sin conocerlo. No me he querido arriesgar, hay niebla, estoy solo y no conozco el lugar con precisión. Ha sido una decisión acertada. Lo dejo para otra ocasión.