domingo, 1 de octubre de 1995

Ruta del Hayedo de Geras.

Entre Geras de Gordón y Cabornera se extiende un largo valle en sentido oeste-este que deja expuesta al norte una importante ladera sobre la que se asienta íntegramente un hayedo que permanece en perfectas condiciones y apenas se nota la alteración humana. Se trata de un hayedo acidófilo, puesto que se desarrolla sobre sustratos de naturaleza silícea.

Esta ruta no puede faltar en el diseño de los Itinerarios Didácticos por la Comarca de Gordón que este año estamos preparando para ser subvencionado por la Junta de Castilla y León. Mi amigo Alberto y yo nos disponemos a trazar la ruta entre el Alto de Aralla y Geras de Gordón, optando por pasar noche en el refugio de ICONA situado en un collado cerca del nacimiento del arroyo Palanco.

Los dos somos buenos conocedores de la zona puesto que hace un par de años estuvimos trampeando por aquí para realizar un estudio entomológico. Además, yo he hecho esta ruta en numerosas ocasiones desde que mi maestro del colegio P.P. Agustinos, el Padre Isunza, me trajera por aquí hace ya varios años durante una de sus excursiones.

Partimos del Puerto de Aralla, a 1.541 m. de altitud. Aralla fue frente bélico durante la Guerra Civil y hasta hace unos pocos años solo estaba habitado por pastores. Hoy existe un pequeño hostal y un monumento en memoria del Capitán Lozano, fusilado durante la Guerra por su lealtad a la República.

A mano izquierda parte una pista que asciende ligeramente hasta un collado y luego gira para adentrarse en lo alto del Valle de Valmeán. La pista llega muy cerca del Collado Pedroso, a los pies del pico del mismo nombre.

En ese punto la pista desaparece transformándose en un pequeño sendero que tras unos pasos se confunde con otras veredas sin saber muy bien cuál de ellas es la que conduce al refugio que andamos buscando. No obstante el refugio se ve allí en medio de un collado, de modo que no hay más que seguir caminando hacia él.

A pesar de haber comenzado a caminar a última hora de la tarde todavía nos ha sobrado tiempo y hemos decidido dar una vuelta por los alrededores del Pico Pedroso para buscar fósiles, muy abundantes por esta zona.

Pero la noche se nos ha echado encima y no nos ha dado tiempo para llegar al refugio, y cuando he sacado la linterna de la mochila he podido comprobar que se ha tirado todo el tiempo encendida dentro de la mochila hasta que se han agotado las baterías. Estamos caminando a oscuras por el medio del monte, ni siquiera ha salido la luna para que nos guíe un poco. Finalmente, casi palpando el suelo con las manos hemos llegado al refugio y lo primero que hemos hecho ha sido meternos dentro y prender lumbre para ver algo.

El interior está sucio y lleno de trastos, y tan pronto como hemos prendido lumbre hemos tenido que salir pitando porque la chimenea está atascada y el interior se ha llenado de humo. Después de tirar varias piedras a la chimenea hemos conseguido desatascarla y ya pudimos ordenar un poco el interior para poder dormir. Al día siguiente atravesamos el hayedo por la Fuente Negra y bajamos hasta El Covio.

Llegados a este punto nos quedan dos opciones: Seguir la senda por el curso del arroyo Palanco a lo largo de un desfiladero hasta Geras, o subir al Collariondo para descender luego a lo largo del curso del arroyo Boyariza. Cualquiera de las dos opciones es válida, aunque la segunda no tiene ni senda ni señalización, pero tampoco tiene pérdida si no nos apartamos del curso de las aguas del arroyo.